jueves, 6 de mayo de 2004

DÓNDE ENCUENTRO EL AMOR
que no acaba de tragarme
dónde la sed
dónde los labios
en qué cerradura está la perla
de unos ojos sin violencia

he caminado por las orillas de la vigilia
en los pulmones de la madrugada
he dejado mi lengua diciendo diciendo
taladrando no sé qué recientes visitas

después de caer
en la plaza de unos ojos cerrados
uno nunca vuelve a ver la luz con el mismo signo
no aceptamos la misma mentira en dos palabras

se cierra el cráneo y su fina dentadura
se apaga el tiempo
lamentamos la trampa de las flores
donde la piel se inclina en múltiple posición

la caja del solitario huele a rojo
ábranla
allí reside mi angustia
con los pies mojados
y una carta de aire entre los dientes.


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