jueves, 29 de abril de 2004

Sol

No acababa de ser cuando llegaste
tu mano en mis ojos
en mis dedos tu imagen

convenimos visitar la mañana
mi sol de bolsillo te espero
en cielo toda la lluvia

húmedo hasta la vergüenza mi corazón

el sonido se extravió en los colores del papel
la huella perdida

no la luna
nos mantiene en contacto
una mirada y el color
de mensajes digitales.

lunes, 26 de abril de 2004

¿Poesía corriente?

Poesía es magia corriente de Miguel Ángel Pérez Maldonado. S traza Ediciones.

Comenzaré con los elogios, breves, pero sinceros. Desde Juan Pérez, no existido en la historia de México nadie con el mismo apellido tan audaz y talentoso como Miguel.
Para encontrar el detalle, preguntémonos: ¿Hay poesía de calidad, poesía corriente? Si así fuera, Miguel se ha condenado al consumo masivo, pero popular, de su poesía. El medio estrázico garantiza la difusión de Magia corriente.
¿Se puede confiar en un poeta que piensa en la licuadora, en los popotes, en los clips? no, pero la verdad es que no puede confiarse en ningún poeta, sean las estrellas o los clips el objeto de su poesía.
El soliloquio colectivo que interpreta Miguel es conocidísimo, tan cercano como una tienda de nombre popular. Así Doña Rosita se nos aparece como la encarnación misma de las cosas, transubjetivizada en el sentido filosófico del poeta Machado. Acosada, diría Miguel.

Hasta hoy, cuando al levantarme vi que tenía el cuerpo lleno de pliegues, concebí la veracidad de la poesía maldonadesca. El popote flexible con que bebí el licuado reafirmó mi asombro ante el azar. ¿Por qué hoy precisamente, que acontecería tal hecho, (me refiero a la presentación), los pliegues, el popote y el trrrrkkk del freno de mano de mi vocho se hacen presentes de forma tan profunda? respuesta sencilla, porque siempre han estado, no es casualidad…
¿Quién no ha sentido esa fragilidad del ser cuando estamos en el baño y abren la puerta nos ven cagando, quién?

La preocupación de tener a la mano siempre todo lo necesario es síndrome de… Paraguas, uñas, condones, sonidos y frases de inconvencible importancia.
En este párrafo es evidente la tristeza y la decepción por las imperfecciones humanas.

No me tocó instructivo alguno
Nadie advierte que quizá todo lo que sentimos
tiene colorante artificial.


Hacer caso a las instrucciones, cortazarianas o no, nos garantiza un futuro de dudosas consecuencias.
Materiales plásticos, cuerpos caducables, cuerpos con olor a abeja. ¿Será un zumbido lo que Vera trae bajo la piel?

Dice Machado que “Las cosas se materializan, se dispersan, se emancipan del lazo cordial que antes las domeñaba, y ahora, parecen invadir y acorralar la poeta, perderle el respeto, reírsele en las barbas”. En efecto, las cosas se ríen, pero el poeta se ríe también con ellas. No hay conflicto ni violenta transubjetivización. Todo es juego, poesía. Mecánica sensible la del mundo. Pliegues y rincones donde la luz tiene ciertos sonidos.

La influencia en Miguel Maldonado puede rastrearse en la sensibilidad de ciertos latinoamericanos. Cortázar y Sabines. Ambos poetas, uno narrador. Miguel Maldonado se asemeja a Cortázar en el asombro que manifiesta ante las cosas, ante la importancia de una cucharita de café.
Esa identidad humana, hace ya tiempo en crisis, no existe en los objetos. Mutan, cambian, pero no la pierden. Recuérdese “La autopista del Sur” las personas toman la identidad, la marca, el nombre de su auto sin el menor escándalo. Puede parecer una revuelta de masas, un disturbio silencioso de cosas independientes.
Según nuestra sensibilidad, “Nos dejamos estar en esas manos /que las cosas extienden en el aire /y nos vamos, nos llevan /hora tras hora a este momento”.
Miguel se ríe “mientras las cosas se ponen a escuchar lo que no hablamos”.
De Octavio Paz, el conflicto con la palabra, con la cosa que lo encarna. La palabra es en sí una cosa que utilizamos.
Los europeos han concretizado más definidamente este sentimiento. La plástica refiere de una forma más luminosa la pretensión del asombro y el conflicto con la razón.
Duchamp, efímero surrealista, lleva las cosas hasta sus últimas capacidades. Un mingitorio en el desierto, la novia perseguida por sus solteros. Man Ray y su plancha de clavos. Boudrillard buscando la función de las cosas sobre su utilidad… y la patafísica. Paraguas multifuncionales.
Quizá el más parecido, Oldenburg tirando helados en los parques, buscando la pinza que se le perdió entre los edificios. En fin, todas y ninguna, influencias nulas, quizá fue solo la vida urbana que produjo este niño con bigote corto y nombre extenso.

Según el poema “Servilleta en mano”, nuestro futuro puede adivinarse cuando nos ven cruzar una calle. Precavidos, prudentes, aventados. Las especies actúan bajo su propio riesgo. Magia corriente nos impone el riesgo de perforar la cotidianeidad o desdeñarla. Reír con los dientes chuecos, eso debe ser la felicidad.

La satisfacción del lenguaje que necesariamente se ha hecho cotidiano puede revelarnos una dimensión escondida. “El volumen de los ruidos” sintetiza las tendencias posmodernas de la onomatopeya. Máquina, artefacto, objeto, cosa. Ruidos, lenguaje de consumación, los sonidos de la vida moderna: aullidos de la tecnología.

Todo puede resolverse con un Click sabiéndolo encontrar.

Miguel advierte y estimula Las cualidades eróticas de los objetos. Una cajetilla de cigarros es capaz de provocar un orgasmo plegable. La diversificación de las funciones corresponde a la comodidad. Una comodidad que el poeta aprovecha para incomodarnos. Para dar la cuchara exacta al café de la vida.
Maldonado convierte la poesía lúdica en lúdrica, chorrea por todos lados líquidos modernos. Vera húmeda no es otra cosa que placer virtual, un objeto de funciones múltiples, como la mayoría de las mujeres. .

La importancia del valor de la palabras en la poesía moderna, que alcanza con la Mallarme la máxima preocupación, es ahora un requisito imprescindible. La transformación del lenguaje está directamente vinculada con la evolución de la tecnología. Cada nuevo artefacto, cada producto necesita un nombre, una identidad. Esta rapidez con que se produce tal incidencia nos impide darnos cuenta de la importancia y trascendencia que el lenguaje tiene en nuestras vidas. Es tan efímero como necesario. ¿Quién llama ordenador portátil a su lap top?

La fundación de S traza Ediciones asegura poesía por todas partes, en los tamales, en las memelas, en las loncheras de los niños, en las tortillas.

Poesía caliente!!, llévela!, llévela…! una 20, tres por 50!.

¿Será necesario que la plaquette diga: No lo tire, déselo a otra persona si le resulta inútil? La idea de trazar, como los sastres, sobre estraza, es también de poetas. Se traza el poema, su forma y dimensiones. Borrador a fin de cuentas, modelo para armar.
La serie: “Poesía volante”, además de circular en el aire, será un medio de expresión para poetas pobres e inéditos.

El material permite el reciclaje, vuelva a hacer el poema que no le guste, córtele la rima, utilice las figuras, aproveche las palabras.
En “Acosado” la materia, prima del ser, se desprende de sus cualidades para perderlas y recobrarlas. “Sabes, en cierta forma yo soy como un taponcito de jugo”, si no sonamos, no valemos, caducamos. Los objetos, literalmente, nos acosan.

Ya lo dijo, la poesía esta allí, sobre las cosas. Es cosa nuestra si la seguimos o la ignoramos.
No es halago, pero leyendo a Miguel se me olvida que debo recoger la caca de mis perros.


sábado, 24 de abril de 2004

Conflicto

La tarde transcurre entre pláticas familiares y halagos comunes…

Y encuentro resistencia en mí para asombrarme con las reglas implícitas de la vida social. Me refiero a los trámites inútiles de las cortesías. El orgullo ofendido cuando alguien no cumple con sonreir o dar la mano.
Creo que mi opinión dista mucho de ser aceptada, incluso su expresión constituye una ofensa para quienes no reciben el trato que merecen de parte mía.
Quizá algunos elementos cósmicos coincidieron para que yo escribiera, en este momento, cosas que muy difícilmente diría.
A veces es necesario perder la cabeza… en el aire, en la calle, en una mirada, en el agua, en el reloj, en una mujer, en la luz, en el pliegue interminable que separa la realidad y la fantasía.
Ninguna ruta de salida encuentro para abandonar el odio y la repugnancia.

Los que sufren advierten que todos hemos de pagar las consecuencias de nuestros actos. Ley universal, incuestionable. Pero, ¿y los que pagan por adelantado no tienen derecho a cobrar intereses y favores?

Cuando enfrentamos situaciones donde la familia, la tristeza, el sentimiento de la muerte, las mujeres, el Estridentismo, la música, los perros, el sol, las moscas, el amor, la traición… se unen y mezclan para formar un sentimiento de agobio en la conciencia, se ponen a prueba el temperamento y la capacidad de análisis. Si logramos superarlas, tenemos la sensación de haber resuelto un problema trascendental de nuestra vida. Si no, un asco existencial nos invade por mucho tiempo. Sólo el olvido puede ocultar esta sensación de desequilibro. Sólo mi memoria podrá desaparecer este sentimiento evidentemente ridículo cuando muestro a desconocidos, no por ello desestimables, la fracturas de mis relaciones sociales.

viernes, 23 de abril de 2004


Los sentidos

El problema del ciego formulado por William Molyneux (Dublín, 1656-1698) y narrado por Salvador Elizondo me ha provocado varias preguntas.
Este es el asunto.
Un ciego de nacimiento sabe ya identificar por el tacto la superficie de un cubo y una pirámide. Si recobrara la vista, ¿podría identificar con la mirada cada figura? La respuesta es lógica. Sólo la experiencia empírica permite el control y ejercicio de cada uno de los sentidos.
De ahí que el humano tenga el desarrollo más lento del reino animal.
Ninguna especie se tarda tanto tiempo en alcanzar sus cualidades permanentes de supervivencia.
La primera etapa de la vida humana sirve para que el cerebro afine las relaciones con los sentidos. Sólo la experiencia brinda el control necesario para cada sentido. La posibilidad de locura de quienes recuperan la vista es muy elevada. Tan irresistible y mortal puede ser la luz cuando la oscuridad reina en la mirada.

Aaquí una de mis preguntas:
¿Es posible concebir un sentido extra a los cinco que tenemos?
Nada de extensiones, un sentido original y novedoso.
Quizá nuestra propia naturaleza nos impide concebir un sentido nuevo.

¿Qué misteriosas leyes rigen el universo que la imaginación no puede generar otros medios para la percepción del mismo?

De cualquier manera, creo que la mujer es el elemento natural más complejo que existe y no nos bastarían 94 sentidos para comprenderla.

Mi existencia ha sido un intento nulo de ello.


jueves, 22 de abril de 2004

Ausencias y vacaciones

Una vez más, el regreso.
Abandonar la patria efímera del placer para volver a la rutina. Las despedidas casi siempre resulta incomodas, prometedoras. Para quienes todavía estamos atados a los peridos del ciclo escolar, las vacaciones constituyen un alivio y una venganza del placer. Al final, no deseamos otra cosa que descansar del descanso.

Casi exhausto, regresé a los territorios de la ciudad buscando tiempo, ese tiempo que había planeado para realizar todas mis tareas personales: leer, escribir y pensar. No es que nunca lo haya hecho, sino que en Chicontla lo hago de una manera tan natural y sencilla, casi asombrosa. Será la temperatura, la tupida vegetación, los mecanismos del café, la influencia de los zopilotes en el aire, no sé, pero lo cierto que esta vez mi capacidad se redujo en buena medida.
Hay viajes que resultan estupendos, pero en la mayoría nos invade la reflexión sobre el espacio y la conciencia. ¿Es mi cuerpo el que viaja, es mi mente? ¿No será sólo un sueño, una vida dentro del sueño? y la vida transcurre entre pasadizos de vigilia y sueño...


¿Por qué no ausentarnos de nosotros mismos?


Mi ausencia en la red, deliberadamente injustificada, ha llegado a su fin. El reclamo de un lector de calidad poética estimable fue tajante.
¿Quién desde su monitor, al escribir y postear un blog, creería que alguien puede leerlo?
Hay vínculos insospechables…

Saludo a todos los aparentes lectores de esta página aparente, brindémonos un rato de violenta calma y tranquilas reflexiones...


lunes, 12 de abril de 2004

Silencio



"Estoy a la intemperie de todas las estéticas.."

Manuel Maples Arce