miércoles, 28 de marzo de 2007

Afuera caen guayabas
insectos persiguen un débil resplandor

Era junio cuando llegaste
La lluvia caía como un soneto
en los ojos gongorinos del verano

Reciclabas papel ceniza, con vidrio pulías el aire
luces congelábanse en el cuarto cuando la puerta sentía tu paso

Intenté quemar mi ciudad antes que las ratas emigraran
quise invadir mi pantano de profesores y reseñas
quise pensar pero sólo deseo engendré contigo

Era esclavo de palomas carnívoras
pasto ebrio para la soledad

No hubo preguntas
Cuando alcancé mirar al oriente de mis horas
el calor ya exponía sus huesos amarillos.