viernes, 29 de octubre de 2004


el aire y sus vigilantes asesinos... Posted by Hello

domingo, 24 de octubre de 2004

A punto estuve de ingresar en las filas de la melancolía. Eran tardes húmedas, noches solitarias. Todo comenzó en un café de nombre a trevi do. Mi vista en la dirección correcta. Su voz en el tono preciso.

Una ligera tentación de contacto,
concierto de caricias entre silencio y sonido.
Despertamos entre medianas luces.
Un rumor de asfalto presidía los diálogos.
Yo en ella.
Ella en mí.

En nosotros la noche .
Segmentos irreconciliables de distancia.
Luz y palabra en expansión.


Una tristeza de narcóticas posibilidades iba adhiriéndose a mis costillas.
Encuentro instantáneo el nuestro, gemidos de colores.

Pero había que regresar,
depositar el sueño entre páginas pretéritas,
cerrar los espacios del recuerdo.

Anduve caminando los pasillos de la soledad.
Cada esquina,
cada tibia separación de las manos
fue uniendo las respuestas.

Una flecha de celebraciones invadió mi corazón.

Entre su luz estoy
y lo espacios de su carne.

Promuevo
su recuerdo
desde la paredes angélicas
del placer y la nostalgia.

miércoles, 20 de octubre de 2004

Algo nos está pasando
ayer apreté el botón de encender la luz
y encendí el sol...

SR


lunes, 18 de octubre de 2004

Hace ya rato que no aventuro crónica sobre los hechos y afecciones recientes. Quizá la rutina momizante ha ido superando la disciplina.

Han habido tardes de signos aparentes y noches de inevitables encuentros...

miércoles, 13 de octubre de 2004

Son los sonidos, el aviso insistente, la suavidad del encuentro,
las palabras precisas en el tablero de la oscuridad.

Fue el mensaje desencadenador, el sueño interrumpido,
la potencia de la luz.

Es la noche, la terrible madrugada,
la noche en ti que se propaga, inevitablemente.





Miro tu ventana y recuerdo el concierto de caricias,
la tierna agilidad de tus manos...

lunes, 11 de octubre de 2004

No te busco
porque sé que es imposible
encontrarte así, buscándote.


Pedro Salinas

domingo, 3 de octubre de 2004





sueño de garza anochecido a plomo
que cambia sí de pie, mas no de sueño...
José Gorostiza


sábado, 2 de octubre de 2004

Es de tu partida de lo que quiero hablar, de las palabras que no pudimos decir. Podría poner aquí todas las frases, todos los fragmentos de cariño que no nos dimos, pero...

Hay razones para creer que la distancia nulifica toda posiblidad de reencuentro, de reconocimiento y aceptación.

Reconozco que ahora los fantasmas del temor están presentes. No sé qué venenosa espina se me ha clavado en el futuro, desconfío de todo espacio temporal que no se pueda recordar.

Con tu ausencia dejaste libres los límites de mi nostalgia.