miércoles, 29 de junio de 2005



Para mi joven concubina:

Esta materia del insomnio, esta claridad de primavera.

martes, 28 de junio de 2005

Y ante el sufragio de mi amor pirata
y la flamante lozanía de mis carrillos,
vi abrirse enormemente sus ojos de gata
llenos de rubor como dos cervatillos.

Leopoldo Lugones

jueves, 23 de junio de 2005

Para Medusa


Nunca me desangraré por tus caricias
no dejaré vástagos en mis páginas
errores de sintaxis
renglones de los que pueda arrepentirme

No me dejes
No me dejes beber
no me dejes beber tu tentación
toma mis huesos
el tuétano resignado
dibújame una vocal
con el filo necesario para tenerte


Ay, soledad, siempre he pertenecido a ti
(Discúlpame, paredón,
por acudir a ti mientras se duerme el mundo)

Dónde conseguir el tóxico dilema de tu sangre

No te comparto
toda mi voz te pertenece.

Si nadie condecora al sol por dar luz,
¿por qué condecoran a quien es héroe?


Álvaro de Campos

miércoles, 22 de junio de 2005

Desentrecruzamientos

Tarde o temprano el azar provocaría este encuentro. Quizá las circunstancias no fueron las adecuadas.
Yo estaba totalizado por una sirena tropical y él trataba de aliviarse de una indigestión literaria e ideológica.
En cierto momento asomó la soberbia, pero algo en él, algo tan profundo como la luna en el mar del pacífico, se negaba a participar en la discusión provaca por la envidia y la ignorancia.

El mezcal disminuýó el desconcierto y me hizo comprender las dificultades que provova la ciudad, la noluntarización de la conducta, los riesgos de la marginación.

"Mi literatura es una complementación de mi vida".
Mi vida es una complementación del azar y la contigencia.
Para potencializar la sensibilidad como un tigre o un venado primero hay que nulificar los rencores y el interés, templar la voluntad.

Qué mejor espacio para potencializarnos que los brazos de la niebla y los ojos de una mujer.

"Lo novedoso en el arte sólo surge del vértigo, del atrevimiento".
Siento que es injusto; que por nada
merecemos esto que nos sucede.

Si tan sólo un cambio en el año, sólo
unos cuanto grados de fiebre, un paso
del amor, un trago solo de vino,
una pesadilla, nos acosan,
nos conducen. Sordos estamos, ciegos.

Así nos sabemos: manejados
quién sabe por quién y desde dónde.

Si hasta en lo más simple, en el instante
de asir una rosa y cortarla, hay algo
que interviene, hay algo que ocupa
nuestro sitio, y hace lo que nosotros
jamás nos hubiéramos propuesto.

Dime, si lo sabes: ¿era tuyo
el dolor que usaba tu cara triste
en aquel retrato? Diez y siete
años me dijiste que tenías.

Rubén Bonifaz Nuño

lunes, 13 de junio de 2005





Javier Marín y la
soberbia de la carne



Hay un resplandor en la anatomía de los cuerpos, una ligereza que resplandece y nulifica la gravedad, una robustez que no estorba.
Cuerpos plenos. Organismos soberbios, ansiosos por demostrar su vulnerabilidad y su imperfección.

Con su obra, Marín nos cuestiona: ¿Para qué sirve la desnudez sino para reflejarnos?

La posición de sus seres, humanos sólo en apariencia, es una actitud ante la vida, ante el espacio, ante las fuerzas físicas y poéticas del mundo.

La mujer siempre está celebrando secretas relaciones con la intemperie.
No se reserva las sensaciones lúbricas que le profiere la luz.

Él es más grande, sus intenciones son más solemnes: observa, pregunta, gruñe, se asombra, complace, afirma, duda, siente.

Ella promueve la luz, él atrae la oscuridad.
La gravedad los separa.

martes, 7 de junio de 2005



Tú guardabas la estela de luz,
de seres de seres claros que el sol abandonado,
atardeciendo, arroja a las iglesias.

Totalizado, espero sus respuestas.

domingo, 5 de junio de 2005


No quiero la explosión estéril de los sentidos.

Déjame irte tocando con cada una de mis palabras,
permite que te reconozca con los ojos cerrados.

Estarás conmigo en cada crepúsculo,

en cada gota de lluvia ausente.