sábado, 2 de octubre de 2004

Es de tu partida de lo que quiero hablar, de las palabras que no pudimos decir. Podría poner aquí todas las frases, todos los fragmentos de cariño que no nos dimos, pero...

Hay razones para creer que la distancia nulifica toda posiblidad de reencuentro, de reconocimiento y aceptación.

Reconozco que ahora los fantasmas del temor están presentes. No sé qué venenosa espina se me ha clavado en el futuro, desconfío de todo espacio temporal que no se pueda recordar.

Con tu ausencia dejaste libres los límites de mi nostalgia.


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