LAS MANOS se amarraban
no quise tener nubes en el rostro
pero era necesario saber de ti
reconocerte en la digitales páginas del cielo
tejer
un momento de recuerdos
sobre
otro de apariencia
te buscaba sin tocarme
y eras una piedra cautiva
en el agua de la distancia
caminé por noche y niebla
tendí mis ojos a los dados
que tu presencia podía arrojarme
acúsame si te recibo con los ojos abiertos
sólo tu tacto queda
en la sala de espera de mi carne.
:4noviembreIImil3:
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