sábado, 12 de marzo de 2005

Seguro azar

Un segundo, una calle, un error, una mirada, un libro, una canción, una flama.

Hoy el azar me dio sorprendentes manifestaciones de su poder. Todo comenzó con un error, con un retardo. ¿Qué mecanismo extraño provoca las coincidencias? No diré las consecuencias paganas que, aunque temporales, provocó tal encuentro.

Luego la flama y José Alfredo Jiménez en el espejo. Sólo cuando tomé el libro tuve conciencia de la canción furiosa que habita en casi todas las cantinas: "Porque soy como soy, sin razón me desprecias".

Luego el rencor, la duda, la cerveza, el diálogo, la ironía, la indiferencia.

Ante tales manifestaciones parece que el universo sí tiene algún sentido.


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