martes, 22 de febrero de 2005

Pero no sé qué me habrás dado
que me ardo de filos y herrumbres;
que anda curtido y enchilado
por aquí mi corazón, y llora.
Tan exigente en mí, tan áspera
sigues de tiránicos abrojos.


Por puro gusto ahora,
no por necesidad, te nombro.


RBN

No hay comentarios.: