Me quedo
no sé si es un minuto lo que falta
o un siglo lo que sobra
las botellas del amor están vacías
sucias las albercas del deseo
nado y me apareo
tanta luz entre la manos
tanto sonido entre los ojos
que no acaba de reunirse
los movimientos
la penuria
los temblores
aquel loco zumbido
obligan a dejar el suelo
y extender la sombra.
4septiembreIImil4
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