martes, 30 de noviembre de 2004

No sé si debo dejar que tú me conduzcas
que me lleves de la mano
de tu boca mordido
de mí separado

no sé si dejar que tú manejes
podemos estrellarnos
en los brazos de la noche
herir la madrugada
con la punta de tu incendio

ningún camino te condujo
al otro dia
me encontraste perdido
en las orillas de tus labios.

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