Ahí
El paraiso cotidiano de la mujer, sus alturas y territorios, niveles donde la presión equinoccial retarda sus consecuencias. Ahí me hallo, con las nubes entre los dedos y la humedad en medio de la mirada.
miércoles, 30 de junio de 2004
martes, 29 de junio de 2004
1 mes
Estoy a menos de un mes de la separación definitiva. Abandonaré esta facultad de roedores y carroñeros, no sin haberme teñido de negro y poenerme la cola al cuello.
Creo que me salvó la inútil esperanza de terminar un día, la recompensa de un título absurdo. Cuatro años que viéndolo desde lejos, paceren nada. Pienso todas las tardes y mañanas que despedicié estando en un aula con una especie homínida inferior a la sapiens.
Parece tonto recirminar del pasado, cuestionarlo cuadno ya todo está hecho.
Hoy no tuve la última clase de siete a nueve de la noche, un martirio irrelevante si lo comparamos con la horas burocráticas de un empleado, por lo que visitaréa mis amigos.
Si algo me salvó fueron ellos, fueron todas las personas que tienen una confianza parcial en mí (porque no se puede confiar en alguien plenamente) las que soportaron mis ataques e histerias.
No tengo la más mínima idea sobre mi futuro inmediato, por lo pronto disfrutaré de los placeres cotidianos.
No logro encontrar después de 10 minutos la importancia o posible trascendencia de este blog, quizá sea sólo reflejo de mi situación actual: nada.
pd: para quienes les gusta el desnudo y la photografia.
Tunick
miércoles, 23 de junio de 2004
lunes, 21 de junio de 2004
Cinco
Cinco puntos en la línea de la separación.
Un instante de motivaciones inexplicables toca fondo en la mirada.
Es el humo, la evaporación de algunos recuerdos, la gota en el vaso lo que nos anima a la transparencia.
¿Dónde poner la pulga enorme de una perra solitaria, dónde la noche instransferible, inubicable del crimen?
Y teñimos de sábanas el púrpura, las vocaciones matinales del amor y la venganza.
Cinco puntos en la línea de la separación.
Un instante de motivaciones inexplicables toca fondo en la mirada.
Es el humo, la evaporación de algunos recuerdos, la gota en el vaso lo que nos anima a la transparencia.
¿Dónde poner la pulga enorme de una perra solitaria, dónde la noche instransferible, inubicable del crimen?
Y teñimos de sábanas el púrpura, las vocaciones matinales del amor y la venganza.
jueves, 17 de junio de 2004
Es una noche de tibias apariencias, las manos en los bolsillos, el humo nos circunda con espantapájaros, los labios de casualidad tocan tu rostro.
Yo me niego a seguir los caminos del azar, pero me domina esta lluvia que cae sobre mi boca como leche de felina.
Es el agua la que diluye las secreciones de la ciudad.
Un puerto de luces en contorsión, la mirada se derrite entre los espacios del asombro y las sonrisas del acecho.
Percibo una ligera entonación de arrullo, las pisadas de un velero por el estruendo.
Me acerco, gruñe la humedad. Trémula tu boca, suaves mis palabras.
La lluvia se detiene...
¿Cómo hacemos para no disipar la felicidad con una palabra?
domingo, 13 de junio de 2004
lunes, 7 de junio de 2004
Silencio
Sí. El silencio es la forma más razonable para decir todo lo que queremos. En silencio he paso la mayor parte de mi vida y en silencio escribiré las palabras que me faltan. Han sido días de mucho silencio, demasiadas ideas rondan sobre mí y la ausencia virutal sólo puede justificarse con el perdón y con la solicitud de comprensión.
No sabía cuánto tiempo necesitaba para escribir, ahora me doy cuenta doto los momentos que desperdicié en esa absurda busquéda de lo importante y trascendental. Todo estaba ahí, a la mano, a los ojos, a la boca, sólo faltaba tomarlo y repetirlo con sentimientos propios. No puedo prometer post cotidianos, varias actividades (menos importantes que la vida misma)me lo impiden.
¿Habrá dia que escriba lo suficuente como para esta satisfecho? Espero que no.
El tiempo se termina. Debo salir, tomar una clase que me disgusta, sentir el frio, colorear la lluvia y llenar la noche del pequeño sentimiento de amargura que me recorre las pupilas.
En cada una de sus noches está la mía.
Sí. El silencio es la forma más razonable para decir todo lo que queremos. En silencio he paso la mayor parte de mi vida y en silencio escribiré las palabras que me faltan. Han sido días de mucho silencio, demasiadas ideas rondan sobre mí y la ausencia virutal sólo puede justificarse con el perdón y con la solicitud de comprensión.
No sabía cuánto tiempo necesitaba para escribir, ahora me doy cuenta doto los momentos que desperdicié en esa absurda busquéda de lo importante y trascendental. Todo estaba ahí, a la mano, a los ojos, a la boca, sólo faltaba tomarlo y repetirlo con sentimientos propios. No puedo prometer post cotidianos, varias actividades (menos importantes que la vida misma)me lo impiden.
¿Habrá dia que escriba lo suficuente como para esta satisfecho? Espero que no.
El tiempo se termina. Debo salir, tomar una clase que me disgusta, sentir el frio, colorear la lluvia y llenar la noche del pequeño sentimiento de amargura que me recorre las pupilas.
En cada una de sus noches está la mía.
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