domingo, 8 de junio de 2008

Poesía trágica


VI



Qué pocas cosas sé
y cuán difícil me resulta
decirlas.
De un momento en adelante todas
las palabras
se vuelven difíciles
porque ya no existen.
Te quedas solo
en un mundo ajeno
donde todos te saludan
con falsa cortesía
y te miran envidiando
lo que ellos mismos no tienen.

Y avanzas
con el lodo hasta la mandíbula
devolviendo las reverencias
que ya te han enseñado
a realizar normalmente.
En el instante preciso
en que en alguna fábrica de guerra
de este mundo
insospechadas manos fabrican
la bala que lleva
escrito
mi nombre.




Teófilo d . Frangópoulos



fotografía d José Luis Cuevas

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