Guatemala La AntiguaLuis Cardoza y Aragón
(fragmento)
Se oyen crecer las uñas de tus muertos,
los chorros de las fuentes que sostienen
bailando un tiempo de oro redondo
y sin valor alguno;
tus días desmayados en cojines
de miel y aburrimiento,
y mis gritos que se hacían añicos
con las lentes acústicas creciendo
de arcadas y de cúpulas.
No te muevas.
Lloraría hasta el viento.
Con sólo respirar se rompería
tu equilibro de telaraña.
Y así, como estás en mi recuerdo,
¿quién te reconocería?
miércoles, 29 de agosto de 2007
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