lunes, 8 de agosto de 2005

Dionysos es la pasión, sin la cual la vida no trascendería el nivel inicial, no andaría persiguiendo y logrando, en parte, una asención a formas superiores. Si la luz es el medioen el cual la vida y las cosas todas se hacen visibles, la pasión es la apentencia misma de alcanzar manifestación, de llegar a ser algo sino de afrontar esta luz [...]
No es Dyonisos el dios despreciador de la forma, sino el que, buscándola, no puede detenerse en ninguna, porque la forma última, total, habría lograrse más allá de la muerte.

María Zambrano, El hombre y lo divino.

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